viernes, 24 de febrero de 2012

Una reforma laboral salvaje con la firma de ARENAS

Mariano Rajoy se equivoca. Los recortes brutales, la subida de impuestos y una reforma laboral que sólo empobrece al trabajador y lo despoja de derechos, son medidas inútiles para alcanzar la recuperación económica, medidas inútiles y muy injustas.

Rajoy se equivoca, y todos sus errores son también errores de Javier Arenas. Unas veces porque los defiende de manera encendida, otras porque los asume agachando la cabeza, y otras veces, más de las que pensamos, porque son errores que llevan su puño y letra.

Aunque Arenas parezca centrado en su enésimo asalto al poder en Andalucía, sigue intentado influir en Madrid. Arenas no pierde comba porque sabe que los andaluces lo prefieren allí, y así se lo han hecho saber hasta en tres ocasiones.

Ahora lo tiene más difícil, después de haber sido desplazado por Cospedal en el último congreso del PP, pero aunque así sea, Arenas tiene a alguien en Madrid a quién dictarle sus consignas.

Mucho nos tememos que entre sus tejemanejes haya estado la Reforma Laboral. Arenas es uno de los principales promotores de esta brutal agresión a los trabajadores y trabajadoras. La defiende a capa y espada y se justifica afirmando que “no supone ningún recorte social”. Llega a afirmar que “va a generar empleo” y que es una “oportunidad de futuro para los jóvenes”, cuando hasta el propio Rajoy ha reconocido que esta medida no va a generar empleo.

Arenas está muy orgulloso de la reforma laboral del PP, de su reforma laboral, de la reforma laboral que ha sacado a la calle a cientos de miles de españoles.

La reforma laboral que abarata el despido, que deja al trabajador a la intemperie, que permite al empresario modificar unilateralmente las condiciones de trabajo, que dinamita el diálogo social, que rompe la negociación colectiva… es una reforma laboral que lleva la firma de Javier Arenas, porque la suscribe plenamente.

Tanto se apropia de su contenido, tanto pregona sus bondades, que nos da qué pensar. Tanto, que bien parece que Arenas es el autor intelectual de la reforma laboral salvaje que nos quiere imponer el PP y Fátima Báñez sólo el brazo ejecutor. Báñez ha sido y sigue siendo una pieza clave en el círculo de confianza de Javier Arenas. Arenas ha sido su mentor, su protector, su tutor político.

Quizá Arenas eche de menos ser ministro de Trabajo, cargo que ya ocupó con un gobierno del PP. Quizá Arenas ansía tanto el poder, después de tres derrotas electorales, que haya hecho valer toda su influencia sobre Báñez para imponer su criterio, para que la reforma laboral del PP fuera, exactamente, la reforma laboral de Javier Arenas.

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