martes, 25 de enero de 2011

LA FUERZA BRUTA DEL PP



No se cuántos cientos de miles de euros se habrán gastado este fin de semana, pero no tenía pinta de ser una convención muy austera. Todavía me pregunto qué es lo ha venido a celebrar el PP a Sevilla, con tanto wikiaperitivo, tanta wikirisa, wikiabrazo y wikifiesta. Por lo visto, a darse un festín, aunque lo hayan querido vender como un congreso sobre dietas de adelgazamiento. El lema debería haber sido, “Qué guapo soy, qué tipo tengo”.

El PP se gusta. El PP se mira en el espejo, está crecido, pero todo ese volumen no es músculo, sino pura grasa. Así es todo el músculo de la derecha, un músculo hipertrofiado a base de encuestas anabolizantes. Ese es todo el poder de la derecha, la fuerza bruta, frente al compromiso, el trabajo y la capacidad transformadora de las ideas que a otros nos inspiran.

La derecha sabe cuál es su única fortaleza y la exhibe sin pudor. A falta de un discurso coherente, racional y productivo, necesitan de una imagen contundente, una imagen que se imponga sobre el contenido. Sobre el escenario, los tres caudillos, Aznar, Rajoy y Arenas, los tres reclamando, de nuevo, la confianza que perdieron o nunca llegaron a tener.

Y sobre todas las imágenes, el lema “pue-DES-CONFIAR”, más que un lema una advertencia. Los tres ignorando que la confianza no se pide, que la confianza se tiene que ganar. Tres héroes fracasados que en lugar de pedir confianza, deberían pedir perdón. Perdón por ser un partido cada vez más radical y por posicionarse en contra de todo lo que signifique Estado del Bienestar. Perdón por oponerse a la subida de las pensiones más bajas en Andalucía, por estar en contra el matrimonio homosexual, en contra la Ley de Igualdad, de la educación y la sanidad pública de calidad, en contra de la Ley de Dependencia. Perdón por hablar de austeridad cuando la comunidad más endeudada es Valencia y el Ayuntamiento más endeudado, Madrid. Perdón porque tras sus críticas al Estado autonómico, se esconde un intento de privatizar la sanidad y la educación pública. Y perdón por las declaraciones de Mayor Oreja, que ha acusado a los socialistas de extender “la cultura de la muerte”.

Pero no… Nadie pide perdón, porque así se manifiesta la fuerza bruta del PP, con golpes sordos que sólo buscan dañar al Gobierno, una fuerza que se alimenta de la crisis y no repara en los efectos que este discurso violento tiene sobre nuestro país.

Nuestra fuerza, la fuerza de los socialistas, es otra, y la empleamos en lo más importante. Lo dijo este domingo nuestro presidente Pepe Griñán en Córdoba: “No trabajamos para ganarle al PP, sino para ganarle a la crisis. No trabajamos para ganar las elecciones sino para que Andalucía gane su futuro”. “Saldremos de la crisis con reformas, y sin retrocesos, y defendiendo siempre los derechos sociales”.

Frente a la fuerza bruta del PP, esa que no da ni el derecho ni la razón, la fuerza de los socialistas es la de una mayoría social, la fuerza de la igualdad y el progreso para todos.

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