lunes, 19 de mayo de 2008

OPERACIÓN: CARGARSE DOÑANA

Sorprende ver últimamente al alcalde de Huelva y presidente provincial del PP, Pedro Rodríguez, cumpliendo con su obligación de ir a los plenos del Parlamento andaluz. Y digo que sorprende, aunque resulte chocante, porque a pesar de que en la anterior legislatura también había sido elegido parlamentario andaluz. Sin embargo, entonces optaba por no acudir a ninguna sesión plenaria, despreciando así la confianza depositada en él por una parte del electorado que lo había elegido su representante en la Cámara andaluza.

Las escasísimas ocasiones en las que recuerdo haber visto a Pedro Rodríguez intervenir en el Pleno del Parlamento han sido para repetir a modo de coro las directrices marcadas por el presidente andaluz del PP, Javier Arenas, sobre la conexión por carretera Huelva-Cádiz. El Partido Popular no quiere ni oír hablar de cómo viene trabajando la Junta de Andalucía en este tema, incluso mucho antes de que el PP viera algún interés electoral en él. El Gobierno andaluz está mejorando la conexiones entre las provincias onubense y gaditana, pero siempre desde la óptica de la sostenibilidad, es decir, del respeto al entorno.

Plantear un proyecto como el que defiende el Partido Popular puede resultar hasta obsceno para quienes admiren y quieran a esta provincia. En cambio, al PP parece que eso del equilibrio sostenible le suena a chino. Por eso, después resulta llamativo que pretendan erigirse en baluartes de una supuesta defensa del medio ambiente en el tema del oleoducto de la Refinería Balboa. Al PP parece habérsele olvidado hace tiempo que esta provincia es y aspira a seguir siendo un referente medioambiental y que para ello cuenta con espacios de una riqueza tan extraordinaria como Doñana, Patrimonio de la Humanidad. Cualquiera con un mínimo sentido de la responsabilidad huiría de cubrir de cemento un entorno tan privilegiado.